martes, 10 de noviembre de 2009

Mental Wave

 
Imita a la perfección el vaivén de las olas.

Viene acompañada del viento, empujada por una tenue corriente de sentimientos transparentes, que ni entornando los ojos consigue ver.

Moja en su totalidad la sombra en la arena, recorre con delicadeza cada rincón conocido, dejando bajo una capa de tierra fina algunos aspectos sin destapar;  deleita su mejilla con esos besos, que poco a poco se aproximan a los labios, dejándole un sabor salado, mientras se aleja lentamente.

No deja rastro de preocupaciones ni partimientos de mente, arrastrándolas,  hasta que vuelva a secarse y la vuelva a necesitar.
Se va, se va, vuelve hacia atrás, una vez más, para perderse en el azul, y comenzar de nuevo… Viene para irse, vuelve para marcharse.

Mientras, cada grano de arena, queda ansioso e incompleto, esperando la vuelta de la ola, pensando en si volverá.



I have a problem that I cannot explain,
I have no reason why it should have been so plain,
Have no questions but I sure have excuse,
I lack the reason why I should be so confused,

I know, how I feel when I'm around you,
I don't know, how I feel when I'm around you,
Around you,

viernes, 30 de octubre de 2009




Infinito, lugar inhabitable para cualquier materia, el sitio impensable, el tiempo incontable.
El lazo que no termina, giros de cabeza sin llegar a ninguna parte, para cualquier materia normal.

Llegó la excepción de dos individuos, neblinosa al partil, más nítida a medio camino.

 Miradas que no terminan, besos que no acaban, detrás del muro y al girar de cada esquina encontraron sus pisadas, pero ni rastro de sus palabras.

Cuando iban por ellos deducían sus estelas, pero nada de sus físicos, como si lo que pesara de verdad se encontrara en aquel lugar, en aquel infinito. Llegar allí es imposible, para cualquier materia normal.

Se inició el lazo en el pasado, y vino a soldarse en este mismo instante, sitio impensable, tiempo incontable.

martes, 20 de octubre de 2009

Amarillo oscuro.


Amarillo oscuro casi gris, cierra la puerta que ya he entrado.
Me siento y froto las manos, necesito entrar en calor, vengo de la calle y tengo el frío en los huesos, marchitando los pensamientos, endureciendo las pisadas.
No se qué vendrá después, está nublado y no veo el fondo, entorno los ojos y no distingo nada en el horizonte.

Ahogando el silencio al cruzar cada esquina, rencores que huyen tras oír cada suspiro que lanzo, tienen el oído muy fino, casi no me da tiempo a nombrarlos.
Roza el canto de una copa, tú sabes cómo aplicar esa tremenda delicadeza, para hacer resonar el cristal, que sin pensarlo devuelve un gemido de placer, producido por el movimiento circular.

Ya he cogido temperatura, ahora bésame, volvamos a ser lo que éramos, cruce de caminos, red de sentimientos, caigamos en su trampa, la noche vuelve a clarear, las pisadas se vuelven a escuchar.

Todo lo ocurrido no aguantó a la razón, para que hacer caso a todo aquello que se aleja de lo conocido, que se oculta en la ignorancia, que patalea bajo la mesa y no quiere abrir los ojos.

Cuando todo acabe, habrá que seguir corriendo, si tus músculos no coordinan con tu respiración, de nada sirvió lo anterior, así que atenta a lo que haces, todo depende de que ya se dijo, no hay que mirar atrás, solo hacia adelante, sin ningún miedo a fracasar.